Castelo de Idanha-a-Nova

Restos de la Muralla

Fue a partir de 1187 cuando la Orden del Temple comenzó la construcción de un castillo en este lugar que luego se denominó Idanha-a-Nova, bajo la dirección de su Mestre, D. Gualdim Pais. Bajo la protección de sus muros se desarrolló poco a poco una población. El Rey Sancho I concedió el Foral a la nueva ciudad en 1201 que sería confirmado por Alfonso II en 1229. Más tarde Manuel I otorgó Foral Nuevo en 1510.

Castelo de Idanha-a-Nova. Dibujo de Duarte de Armas (1509. Fuente: Torres, Castillos y Fortalezas

En el “Livro das Fortalezas”, Duarte de Armas dibuja el Castillo en 1509 con planta ovalada. Dentro de este recinto un muro creaba una zona diferenciada. Tenía dos puertas: la principal al sur formando "L" con la puerta de la barbacana y otra al norte con acceso directo a la zona diferenciada. Una torre pentagonal con troneras. La torre del homenaje estaba situada en el centro del recinto del castillo. La Iglesia parroquial, al noroeste, también estaba integrada en la estructura defensiva de la fortaleza.

A partir del siglo XVI, perdido su carácter estratégico, el castillo entra en decadencia. A principios del s. XVII la casa del comendador ya estaba medio desbaratada y la barbacana aún en peor estado, pues algunas zonas estaban desmoronadas hasta los cimientos. La situación se fue agravando, hasta el punto de que, en 1758, apenas existían muros en pie.
 
Explanada del Castillo
 
Hoy sólo quedan algunos restos apenas perceptibles. El antiguo recinto fue aplanado y adaptado como mirador, pavimentado de gravilla y tierra. En su centro se levantó en la década de 1940 el “Cruceiro de los Centenarios de Idanha-a-Nova”. Desde el castillo se vislumbra un impresionante panorama de la Campiña da Idanha, Monsanto y Castelo Branco e incluso al este la frontera con España.
 
Cruceiro de los Centenarios

Más fotografías en mi

1 comentario:

  1. Muy bonito e interesante lugar.
    Muchas gracias por compartir estos parajes con todos.

    ResponderEliminar