Estamos en Eljas, en la provincia e Cáceres, cuyo domino perteneció a la ciudad de Coria en sus inicios, para por donación de Fernando IV en 1302 pasar a manos de la Orden de Alcántara. No hay evidencias de la fortificación hasta el siglo XIV, citándose en algunas crónicas de la Orden de Alcántara que indicaban que su castillo tomó parte activa en los conflictos fronterizos. A mediados del siglo XV es ya notable la importancia del castillo como Cabeza de Encomienda. Fernán Centeno conquistaría la plaza en el marco de las luchas intestinas que sacudieron el territorio a finales el siglo XIV y que tuvieron como protagonista a Alonso de Monroy. Contaría un papel destacado en la Guerra de las Naranjas (1801) y otros conflictos que enfrentaron a España con Portugal, quedando muy dañado.
En escritos de 1561, se detalla como el castillo contaba con dos líneas de defensa que finalizaban en la torre del homenaje del bastión. Dos torres daban acceso al primer recinto en el que se encontraban las caballerizas de la tropa y una pequeña construcción para el cuerpo de guardia. Parece ser que el Castillo de Eljas contaba con unas comodidades destacadas para el normal de los castillos serranos. En el interior de su recinto se encontraban las bodegas y la cocina, además de habitaciones para las tropas y aposentos para los oficiales. La torre del homenaje escondía además de salas para la vida diaria, una mazmorra en su parte inferior sobre la que se alzaban hasta tres pisos de madera que finalizaban en una bóveda de crucería con espacio almenado a modo de terraza. Posteriormente, en 1619 con el castillo dotado ya de una capilla y aljibe, y de nuevo gracias a una visita de los responsables de la Orden de Alcántara, se cita la presencia de una nueva barbacana con salida a dos caminos uno hacia el propio pueblo de Eljas y otro hacia Valverde del Fresno. Durante esta segunda mitad del s.XVI, se completarían las obras con ampliaciones que constaron de dos torres; una de tipo prismático y otra; de tipo cilíndrico con sillares de gran calidad y factura. Las partes que se mejoraron se centraron principalmente en las dependencias y el amurallamiento. Entre los diferentes maestros que participaron en las reparaciones y mejoras se encuentran nombres como; Hernando de Gúlmez, Pedro de la Puente, Pedro de Ybarra, o Juan Bravo. A lo largo del siglo XVII también se van a introducir nuevas reformas como garitas de guardia y fosos, aunque hoy por hoy no se conservan estas construcciones.
En la actualidad se conservan dos partes: el cuerpo principal, en mal estado y un cuerpo añadido del que se conservan dos torres. Del recinto principal se mantienen parte de los muros perimetrales entre los cuales se configura un amplio espacio utilizado hoy día como cementerio, se trata de muros de sillería. El cuerpo añadido, a modo de barbacana, adosado a un lado del cuerpo principal, es un patio rectangular que hoy día conserva dos torres situadas en las esquinas, fabricadas en sillería, con bóveda de cañón, que aúnan su poder ofensivo con gran solidez y la existencia de algunas troneras y un carácter refinado manifestado por una ventana de esquina y el acabado general de la obra.
El castillo de Eljas fue especialmente afectado por la guerra con Portugal de 1641 que afectó duramente al castillo. Las huellas de este conflicto fueron lo suficientemente profundas como para que ya en el s. XVIII fuera declarado en ruina y cedido a la orden de Calatrava en el año 1816. En 1970, el castillo de Eljas fue declarado Monumento Histórico Artístico.
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