Castelo de Alter Pedroso


El Castelo de Alter Pedroso, se encuentra en el municipio de Alter do Chão, era lugar fortificado destinado a refugio y a vigilancia situado en un lugar inexpugnable, y desde donde hay unas vistas del entorno que propiciaban la defensa del lugar. Además de los restos existentes de la fortificación, también quedan los restos de una ermita medieval. La fortificación usó los grandes afloramientos rocosos como defensa natural, interconectándolos con paños de muralla.

Imagen Satélite del Castillo. Fuente: Google Earth

Se sabe que fue fortificada en algún momento entre los siglos XII y XIII, perteneciendo en 1211 a la orden de Avis. En los documentos entre 1359 y 1450 consta como castillo, habiéndose construido en ese período probablemente la ermita de San Benito. Para 1662, prácticamente desguarnecido, fue atacado y arrasado por las fuerzas de Juan de Austria en el contexto de la Guerra de Restauración de la Independencia. En 1977 os restos fueron clasificados como Inmueble de Interés Público.



De la primitiva estructura sólo queda un portal de estilo gótico, partes de muralla en ruinas y la puerta de la Capilla de San Benito en el interior. El conjunto está constituido por restos de tramos de muralla y de un torreón cubo. La Ermita de São Bento presenta planta longitudinal simple. Internamente presenta nave única. De la puerta principal se conserva lo que aparenta ser la mitad de un arco quebrado biselado, hecho en albañilería de ladrillo.




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Castelo de Alter do Chão


La ocupación humana primitiva de este sitio se remonta a tiempos prehistóricos. En la época de la romanización, el pueblo se desarrolló atravesado por una de las tres vías que unían “Olissipo” (Lisboa) con “Emérita Augusta” (Mérida). Posteriormente devastado por las legiones del emperador Adriano (117-138), este evento pudo haber determinado la construcción de una fortificación romana.


Foto Satélite del Castillo. Fuente Google Earth


Croquis del Castillo. Fuente: Centro de Interpretación

La primitiva construcción del castillo es de los años 912-961 durante el gobierno de Ab-al-Rahman III. Ya en la segunda década del siglo XIII la localidad fue conquistada por los ejércitos cristianos, ordenando su repoblamiento Afonso II en 1216. Alfonso III de Portugal otorgó la Foral en 1249. Dinis I de Portugal visitó el pueblo en varias ocasiones, otorgándole una nueva carta en 26 de agosto de 1293.


En 1327 el rey D. Pedro I ordena la reconstrucción del primitivo castillo, como así confirma la inscripción existente en la puerta del mismo. El castillo toma entonces la configuración que ya hoy observamos. Manuel I de Portugal concedió el Foral Novo a la villa el 1 de junio de 1512, fechando en este período la construcción de la puerta de azulejos de la casa del alcalde. El castillo estuvo en posesión de la Casa de Bragança desde las primeras décadas del siglo XVI.



En el contexto de la Guerra de Restauración (1640-1668), el pueblo formaba parte de la segunda línea de defensa. El pueblo y su castillo fueron conquistados y ocupados por las fuerzas españolas al mando de D. Juan José de Austria en 1662. Desde entonces el castillo ha pasado por la propiedad de diversas familias: en 1840 es comprado por José Barreto Cotta Castelino; en 1892 es adquirido por José Barahona Caldeira de Castel-Branco Cordovil; en 1942 es comprado por la casa agrícola de Francisco Manuel Pina e Irmãs; finalmente en 1955 la propiedad pasa la Fundação da Casa de Bragança. Siendo clasificado como Monumento Nacional en 1910.


El castillo se encuentra hoy en buen estado de conservación. Actualmente está bajo la tutela del Ayuntamiento de Alter do Chão, en él se encuentra instalado el núcleo museológico constituido por un centro interpretativo y salas de exposiciones.




Este castillo es un ejemplo de arquitectura militar de estilo gótico temprano. Presenta planta cuadrada, orientado en el eje nordeste-sudeste, con las murallas de esquisto y granito, protegidas por seis torres, cuatro de ellas en los ángulos, un torreón lateral en la muralla nordeste y una torre-puerta en la fachada sudeste. Apoyado en el muro del lado derecho al entrar en la plaza, se encuentra el epígrafe y la lápida con el escudo de armas de la Casa de Braganza, que dice: “Era Miléssima: CCC y Noventa V Años (=1357) XXII días de septiembre muy noble rey Dom Pedro Mandou para hacer este su castillo D'Alter do Chão”. 



La puerta de armas da acceso a un túnel en el que existen dos puertas más, desembocando en la plaza de armas, en cuyo centro se encuentra el pozo y la cisterna. La Torre del homenaje se encuentra al oeste de la fortificación, y entre ella y la torre norte, se encuentran las ruinas de lo que fue la residencia del alcaide, hoy convertida en sala de exposiciones y espacio museológico. En la fachada suroeste, junto a la torre del homenaje se encuentra la puerta de la traición.


No nos vamos del municipio sin visitar el Ponte Romana de Vila Formosa, construido en el siglo I, sobre el río Sea, es considerado uno de los más importantes en el país vecino fue construido en la vía que comunicaba Olisipo (Lisboa) con Augusta Emerita (Mérida). La estructura está constituída por seis arcos iguales entre si, con el suelo horizontal empedrado, con cerca de 116,50m de longitud, por 6,70m de ancho. Entre los arcos existen cinco huecos en forma de pórtico, que posibilitan que el agua escurra en las alturas de lluvias fuertes. 




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Fortaleza de San Juan de Mascoras


Se encuentra situada en la localidad de Santibañez el Ato, en la provincia de Cáceres. Esta fortaleza ya figuraba como emplazamiento militar en las campañas de la Reconquista que llevaron a Fernando II hasta Alcántara en 1166. El lugar se conoce entonces como "San Juan de Mascoras", nombre que como el castillo, se remonta al siglo IX. Se trata de uno de los más importantes dominios de la Orden de Alcántara, ya que, además de fortaleza de interés estratégico fue sede de una Encomienda de la Orden.

Castillo de San Juan de Mascoras. Fotografía Satélite. Fuente: IDE Extremadura

Como curiosidad estos fueron los gobernantes del castillo durante su máximo esplendor, cuando la aldea de Santibañez se alzaba poderosa sobre los dominios de la Orden de Alcántara, los maestres observaban desde la torre del homenaje.  El primer comendador de Santibáñez de que tenemos noticia es frey Miguel Sánchez, familiar muy allegado a frey Garci Sánchez, que en 1217 era maestre de la Orden de Alcántara. Sucedió a frey Garci en el maestrazgo frey Arias Pérez. Los comendadores de Santibáñez fueron: frey Miguel Sánchez, en 1227; frey García Gómez, en 1294; frey Ruy González, en 1297; frey Suero Pérez, que después fue maestre, en 1316; frey Vasco Pérez, en 1318; frey Alvar Pérez, en 1335; frey Gonzalo Martínez, en 1340; frey Pedro Alonso, en 1340; frey Pedro Chamizo (hermano del maestre), en 1341; frey Suero Martínez, en 1345; frey Diego Pérez, en 1362; frey Rodriga Alvarez, en 1364; frey Alonso Fernández, en 1367; frey Rodrigo Yáñez (hermano del maestre), en 1386; frey Luis González de Valdelomar, en 1394; frey Gonzalo Alvarez de Villagutiérrez, en 1403; frey Gonzalo Alvarez de Villasayas, en 1426; frey Alonso de Villasayas, en 1450; frey Pedro de Villasayas, en 1466; frey Luis de Villasayas, en 1494. 



Se encuentra situada en lo alto de un escarpado cerro, siguiendo el trazado de las curvas de nivel, por lo que tiene una planta irregular. Esta compuesto de varios cinturones concéntricos, como es común en este tipo de fortalezas medievales: a un lado la barbacana que envuelve el caserío de la "villa vieja", en el otro lado la fortaleza propiamente dicha y por último en el ángulo más prominente del cuerpo principal se encuentra el alcázar, apenas apreciado cuando estás sobre el terreno.

La barbacana es de origen medieval y se configura en forma de polígono irregular con cubos semicilíndricos en algunos de sus ángulos. Su construcción primitiva fue a base de piedra y barro, ya a mediados del siglo XVI fue reparado y reforzado. Aún conserva su Puerta Principal o de la Villa renacentista y otra pequeña puerta llamada Puerta de Gata. 




El segundo recinto ha sufrido grandes desperfectos, en los documentos antiguos se indica que incluso llegó a tener aposentos en su interior, así como una capilla, caballerizas, tahona, así como varias puertas y diversas torres. Sin embargo hoy día tan solo persisten las ruinas de un aljibe medieval. Del viejo alcázar que se hallaba en el punto mas alto se conoce, por los escritos, que estaba defendido por varias torres y que se constituía a modo de casa fuerte. Hoy día su interior está ocupado por un antiguo cementerio que le da un aspecto un tanto tétrico al lugar.

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Murallas de Salvaleón


Desde la localidad de Valverde del Fresno, tomando la carretera EX-205, en dirección a la frontera portuguesa. En la salida de Valverde ya se indica con tablilla horizontal de madera este Castillo, en el punto kilométrico 2.800, hacia la izquierda tomamos un camino de tierra, con la misma señalización, la distancia hasta las murallas de 9 kilómetros, el track de la ruta está en WIKILOC.

Murallas de Salvaleón. Fotografía Satélite. Fuente. IDE Extremadura

Llegamos y vemos los restos de las murallas y sus fosos, recorremos por el exterior todo el área de la fortaleza, contemplando la desembocadura del río Basádiga en el Eljas, los bosques de pinos en la otra ladera del río (Portugal) y en general el bonito paisaje fronterizo.

Dice el escritor valverdeño Enrique Burguet Fuentes que "la ciudadela fantasma y enclave legendario de Salvaleón, se encuentra sobre la cúspide de un empinado cerro, donde aún permanece con imponente sensación de dominio, altanería y con un aire ciertamente misterioso, circundada por los Ríos Eljas y Basádiga, a poquísima distancia de la frontera portuguesa, en un entorno natural, tranquilo, silencioso y apaciguado, una extraña energía nos envuelve, allí, en aquel paraje especial, telúrico, que nos seduce como si una brecha rasgara el velo de la realidad y todo cambiara de dimensión...". 



En un principio era una fortaleza árabe pero fue reconquistada por el rey de León, Alfonso IX, en el año 1227 que la entregó a la Orden de Alcántara y le dio «fuero» en ese mismo año. A mediados del siglo XIII este enclave es una Encomienda de la Orden pero deja de serlo a mediados del siglo XV con la correspondiente disminución de su poderío. En 1462 paso a formar parte de la Casa de Feria que realizó obras de mejora y ampliación de la fortificación. La fortaleza sufrió desperfectos y saqueos ocasionados por la Guerra de Restauración, siendo ocupada en 1706 por el ejército formado por Inglaterra, Holanda y Portugal durante la Guerra de Sucesión. 

La fortaleza se fue abandonando progresivamente lo que contribuyó al deterioro del castillo y sus instalaciones. Después de varios siglos de abandono el deterioro es tal que sus restos se reducen a montones de piedras y otros materiales. El cuerpo principal de la fortaleza se situaba en la parte superior del cerro, tenía planta ovalada y disponía de un foso perimetral excavado en la roca. Había otro recinto en una cota menor pero que también se ceñía a las curvas de nivel del terreno

Se encuentra bajo la protección genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y de la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Paisajes en la Ruta

Río Basádiga. Frontera con Portugal

Restos de la Muralla

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