Castillo y Cerca Urbana de Alegrete

En el Parque Natural Serra de São Mamede se encuentra la freguesia de Alegrete. Se trata de una bonita localidad típica alentejana con un impresionante castillo y cerca urbana, que fueron de gran importancia estratégica en algunos momentos de la historia (os dejo un pequeño esbozo de la misma). Un lugar donde pasar un gran día y donde degustar productos alentejanos, en nuestro caso fue en el Café "O João" un lugar familiar con una atención y comida muy buena. Otra cosa a destacar son las vistas con el Castillo en primer plano, el Pueblo y al fondo la Serra de São Mamede ... espectacular.

La cerca urbana y el castillo fueron reconstruidos en el reinado de D. Dinis, forma un amplio cuadrilátero irregular de murallas con torreones que delimitan la primitiva población y con el castillo en el lado sur emplazado en lo alto de un cerro, desde donde se domina una gran extensión de terreno. La cerca urbana se conserva casi completa y en su interior existen todavía edificios.


La primitiva ocupación humana de la región se remonta a la prehistoria, sucesivamente habitada por Lusitanos, Romanos, Vándalos, Alanos, hasta la invasión musulmana de la Península a partir del siglo VIII. La primera información documental sobre la fortificación actual de Alegrete data del siglo XIII en los términos de la Convención de Badajoz (16 de febrero 1267), firmado entre Afonso III de Portugal (1248-1279) y su padre Alfonso X de Castilla y León (1252-1284), y donde la ciudad y su castillo fueron finalmente incorporados en el territorio del Reino de Portugal.


Bajo el reinado de Alfonso V de Portugal en el contexto de la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479), la ciudad y su castillo fueron conquistados por las tropas de Castilla y más tarde vuelto a la posesión portuguesa.  El pueblo recibió el Foral Nuevo bajo el reinado de Manuel I de Portugal el 14 de febrero de 1516. A finales del siglo XVI  la posición del antiguo castillo medieval recuperó importancia estratégica, en la primera línea de defensa de la raya. A partir de 1664 sus defensas fueron modernizadas y reforzadas en puntos específicos. Se tiene constancia de que se realizó una fortificación abaluartada, de la cual no quedan restos.

En 1704 la población y su fortificación resistieron al cerco de las tropas de Felipe V de España, para luego sumergirse en una paz de la que sólo despertaría a principios del siglo siguiente, cuando acuarteló considerable número de tropas en el momento de la llamada Guerra de las Naranjas (1801).



El castillo y la cerca urbana de Alegrete se encuentran clasificados como Monumento Nacional por el Decreto nº 35.443, publicado en el Diario del Gobierno, I Serie, nº 1, del 2 de enero de 1946. En sucesivas campañas se han realizado obras de consolidación y restauración, la última en 2013.

El castillo, al sur de la cerca urbana, presenta una planta muy irregular. En el tramo norte se abre la Puerta de la Villa, y en el este la Puerta del Sol, al este existen ruinas de lo que podría haber sido la Torre del Homenaje y la cisterna. El interior del patio es desnivelado y presenta afloramientos rocos. 


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Castelo de Cabeço de Vide


Hoy visitamos la localidad de Cabeço de Vide. Una bonita freguesia que nos ha sorprendido, pertenece al concelho de Fronteira donde destacan las ruinas del Castillo que se remonta a un castro establecido en el siglo II, en la época romana para controlar el desvío del itinerario romano que conectaba Lisboa a Mérida, sobre todo para acceder a las aguas medicinales sulfurosas, cuyas termas, denominadas como “La Sulfúrea”, ubicadas junto a un pequeño río represado, se remontan al reinado de César Augusto. La villa fue invadida en 1190 para incorporarla a la corona de Portugal de forma definitiva. Fue entonces cuando, con el objetivo de asegurar la ciudad y la defensa de la zona, se reutilizó el castro existente para elevar un castillo con cerca amurallada para guarecer a la población. En 1211 la posesión de la villa es transferida a la Orden de Avis por el Rey Afonso II con la misión de defender el Alto Alentejo, del que Cabeço de Vide forma parte.


 Es una fortificación de pequeñas dimensiones, de planta circular, que resulta de la utilización medieval de un antiguo castro romanizado. Presenta una puerta de entrada al sur, sobrepuesta a dos ménsulas y escudo con la cruz de Avis. Dentro del recinto principal no se consiguen identificar los vestigios de las construcciones que aquí existieron. De la barbacana que envolvía el castillo nos quedan muy pocos elementos.



Al abandonar el pueblo nos paramos para conocer las Termas "La Sulfúrea" que existen desde el tiempo de los romanos son un oasis de calma y tranquilidad en medio de la planicie alentejana. Las aguas usadas desde hace casi cuatro mil años están indicadas en enfermedades osteoarticulares (reumatismo), respiratorias (asma, bronquitis, sinusitis, rinitis) y de la piel. El agua es sulfúrea, hipossalina e hiperalcalina, sódica y cálcica, con un ph de 11,55 y bacteriologicamente puras. Sin duda un lugar que habrá que volver a visitar.

Fortim de São Mamede


De 1810 a 1812 se construye el Fortim de São Mamede, a unos 300 metros del Forte de Santa Luzia, con el objetivo de cubrir la amplia vega que se forma en dirección al SE, a 7 km. del Guadiana, que quedaba fuera del ángulo visual. Dicho fortín estaba unido al fuerte principal mediante un camino cubierto para que la guarnición pudiera replegarse en caso de necesidad. Fue construido en el lugar donde se encontraba la la antigua capilla de São Mamede. Y es monumento nacional desde 1940. Fue construido por orden del duque de Wellington, siguiendo las características de los llamados fuertes de las líneas de defensa de Lisboa y que, junto con los contemporáneos de San Pedro y San Francisco, reforzaron la plaza de Elvas.


Es de planta poligonal compuesta por una fortaleza desigual de cuatro lados, rodeada de un foso, construido en mampostería mixta enlucida, pero con algunas secciones que ya no tienen yeso y están cubiertas de vegetación. El acceso es por el noroeste en el medio del lienzo, a través de una puerta de hierro fijada a pilares laterales, pintada en blanco, precedida por un puente de mampostería, construido sobre el foso igualmente en mampostería mixta enlucida, pero muy dañado en la mayoría de los frentes. En el interior, a la izquierda de la puerta se encuentra la antigua caseta de vigilancia de forma rectangular y a la derecha, aislada en el terraplén, se eleva el almacén, también de planta rectangular, compuesto por almacén y sala de recepción.


En el siglo XIII en el lugar donde se encuentra el fuerte hoy, había una capilla dedicada a São Mamede que en 1641 en el contexto de la guerra de restauración fue demolida y en su lugar se construye el fortín. A finales del siglo XVII es cuando se considera la opción de realizar este fortín para proteger ese flanco del Fuerte de Santa Luzia y en 1811 es cuando se comienza a construir por orden del Duque de Wellington, cuando comanda el ejército anglo-portugués de la frontera de Alentejo. En 1815 ya se describe el fuerte de la siguiente manera "tiene una planta poligonal, 10 cañones, un respaldo, foso, explanada, una tienda de pruebas con pasillo y un edificio techado (cuerpo de guardia) con alojamiento para el comandante, otro para 6 hombres e incluso un almacén", su guarnición de infantería era entonces de 272 soldados. En 1875 según el informe del gobernador de la plaza, general Francisco Xavier Lopes, el fuerte es completamente abandonado.