Castillo "El Palacio"

 

Situado en la localidad de Brozas (Cáceres) es conocido como "El Palacio", su ubicación en cruce de importantes caminos, motiva la construcción de esta fortaleza, que se convertiría, en el último cuarto del siglo XIII en sede de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara, siendo una de las mejores construcciones de esta orden.
 
Poco se sabe de los orígenes de la fortaleza, lo que si se conoce es que a finales del XIV, concretamente en 1397, los aldeanos se refugiaron en sus nuevas construcciones para repeler el ataque de las tropas lusas al mando del condestable Nuno Alvares Pereira, quien al frente de las tropas Juan I de Portugal envío para castigar los pillajes que habían hecho los soldados de las órdenes de Alcántara y Santiago en tierras del vecino país. Los habitantes de Brozas se hicieron fuertes en el castillo. Dos años más tarde, el mismo Nuno cercó el castillo mientras su rey sitiaba el de Alcántara.
 


En 1413, casi todo el recinto del castillo, salvo la Torre del Homenaje, es destruido por Pedro de Aragón dentro del conflicto que mantuvo con Juan II de Castilla. El castillo también tuvo su protagonismo en las luchas interna de la propia Orden de Alcántara, enfrentando al maestre Gómez de Solís con el clavero Alfonso de Monroy.

Pero es en el siglo XVI cuando adquiere su aspecto casi definitivo, se levanta una muralla envolvente dotada de torres semicilíndricas huecas de varios pisos, se coloca la puerta de acceso flanqueada también por torres cilíndricas y se construye el patio. Ya en el siglo XVII, con motivo de las guerras con Portugal, sufre nuevas adaptaciones, los flanco son protegidos con baluartes macizos teniendo en cuenta espacios de defensa ante ataques de la artillería. El recinto exterior está constituido a base de mampostería y con diversas torretas semicirculares y muros e talud. 
 

 
En su interior hay varias dependencias, como caballerizas, aljibe y compartimentos del siglo XV, un patio con columnas renacentistas del XVI, así como otras dependencias más modernas que sirvieron para dar a la fortaleza un ambiente más palaciego. En 1706 residió en la fortaleza el marqués de las Minas, de origen portugués, quien apoyaba la causa del Archiduque de Austria, el marqués tomó militarmente Brozas y su castillo que se hallaban en poder del duque de Burwick, defensor de la Casa de Borbón.
 
Vista del Castillo de Brozas (Fuente: Google Eearth)


La entrada principal, de medio punto, totalmente tapiada, se encuentra hoy oculta al público, en ella se abría la entrada principal y un gran escudo del rey español Felipe II (Felipe I de Portugal), con las armas portuguesas que dan idea de la unión de los dos reinos. El castillo - palacio hoy es de propiedad privada y no se puede acceder, se dedica a vivienda y labores agrícolas, poco tiene que ver con la función que ha tenido a lo largo de la historia. Todo el edificio se encuentra protegido bajo la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
 

Castillo de las Siete Torres

 
El Castillo de las Siete Torres se encuentra situado en la localidad de Barcarrota (Badajoz).  Aunque es una mañana de niebla y lluvia, propia del otoño, nos decidimos a visitar este curioso castillo - plaza de toros.
 
El Castillo fue posesión de la Orden de los Templarios en el siglo XIII, tras la desaparición de estos pasó a la corona y en 1344 fue vendido a D. Juan Alfonso de Alburquerque, en esta época en torno a este castillo se construye la villa de Villanueva de Barcarrota. La Villa es comparada por el Marqués de Villena que la vende a la Orden de Alcántara en 1460, quienes amplían y reforman el castillo. Tras pasar por diversas familias ya en el siglo XVIII pasa a manos de los Condes de Montijo.
 
Fotografía Satélite del Castillo
Fuente: Captura de Google Earth


Se trataba de una fortaleza de planta heptagonal con torres en sus esquinas. Destaca la Torre del Homenaje, de planta rectangular a la que se puede acceder a través del adarve. Está fabricada en mampostería con las esquinas reforzadas con buenos sillares. La torre está coronada por una espadaña que se construyó posteriormente. 
 
 
Es a mediados del siglo XIX cuando el castillo es cedido al Ayuntamiento y en 1895 se instala la plaza de toros en el patio de armas, siendo considerada como una de las más bonitas del mundo.
 
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Fortificación Templaria de Jerez de los Caballeros

Fue Alfonso IX de León quién en 1230 cede para su custodia la Villa de Jerez a la Orden del Temple, a la que debe su fisonomía su espíritu señorial y su nombre, "Jerez de los Caballeros", la cual nos disponemos a visitar, adentrándonos en la Orden del Temple.
 
Dueños de Jerez, los Templarios la engrandecieron e hicieron de ella una de las mejores posesiones de esta Orden en la Corona de León. Fortificaron el castillo, construyeron la muralla que hoy conocemos y levantaron la Iglesia de San Bartolome. Jerez se convierte en este periodo en capital del Bayliato que comprendía las poblaciones de Jerez, Valencia del Ventoso, Burguillos del Cerro, Valverde, Atalaya, Oliva, Alconchel, Villanueva del Fresno, Cheles, Higuera de Vargas y Zahínos. En alguna de estas poblaciones se rigen aun por el llamado Fuero de Baylío, de origen templario. 
 
Çiudad de Xerez de los Cavalleros (1640)
Autor desconocido
Representa la ciudad amurallada de Jerez de los Caballeros con sus plazas, calles 
y plantas de los edificios más representativos como la iglesia y el castillo.
Fuente: SITEX  -  http://sitex.gobex.es 
 
En el año 1312 tuvo lugar la disolución de la Orden, pero los Templarios no estaban dispuestos a obedecer y se hacen fuertes en sus castillos, los últimos caballeros del sur de Extremadura, se refugian en su fortaleza de Jerez y resisten el asedio hasta que, tras una cruenta batalla, son vencidos, apresados y degollados en la torre del Homenaje. Desde entonces el lugar donde fueron ajusticiados se conoce como Torre Sangrienta. 
 
Planta de la Ciudad de Xeres de los Cavalleros (1655)
Autor: Leonardo de Ferrari
Representa la ciudad amurallada de Jerez de los Caballeros con sus plazas, 
calles, incluyendo las plantas de los edificios
Fuente: SITEX  -  http://sitex.gobex.es  

El perímetro de su muralla, de una longitud de 1.500 metros, se configura en forma de almendra con el extremo de menores medidas hacia el Suroeste. A lo largo de su recorrido aparecen torres y cubos situados de manera estratégica. Obra de mampostería y piedra pequeñas con refuerzos de sillares de granito en algunas zonas. Tanto los lienzos como los cubos y torres se encuentran hoy en su mayor parte icluidos en edificaciones particulares y en algunos trechos oculto. Seis puertas daban acceso al interior: Burgos, Alconchel, Sevilla, Nueva, Santiago y de la Villa. 
 
 
Tramo de Muralla
 
Comenzamos por la Puerta de Burgos, formada por un torreón y un lienzo de muralla en el cual se abre un arco apuntado bajo el cual discurre una de las calles más transitada de la localidad. El conjunto es de mampostería reforzada con sillares. Esta puerta fue destruida parcialmente en 1706 siendo reparada un año después durante la Guerra de Sucesión. La reconstrucción más recientes es de finales del siglo XX.
 
Puerta de Burgos
 
Seguimos recorriendo la muralla y encontramos la Puerta de Santiago en la plaza del mismo nombre y donde se encuentra el Mercado de Abastos de la localidad. De la puerta solo se conserva uno de los dos torreones laterales. Contimuamos el camino por la calle Hernando de Soto hasta llegar a la Puerta de Sevilla que abría la fortaleza hacia el sur, ya desde este lugar se aprecia lo espectacular de su alcazaba y de la Torre del Homenaje. La muralla continúa por el parque de Santa Lucía, seguimos bajo una densa niebla, y salimos por la calle San Agustín. 
 
Torreón de la Puerta de Santiago
  
Recorriendo las calles de esta bonita ciudad llegamos a la Puerta de la Villa, está situada en el límite occidental de la ciudad, próxima a la calle Corazón de María. Es la única puerta medieval que se mantiene con la misma fisonomía que cuando se construyó, abierta sobre una escalinata formada por un arco de medio punto y con un dintel de cantería granítica. Por encima se alza una plataforma compuesta por dos arquillos ciegos pareados. En su interior se observa un espacio, abovedado en ladrillo, que da paso a u nuevo arco apuntado también de granito y desde el que se llega a otro recinto cubierto del mismo modo, en el que se encuentra la capilla de San Antonio. Seguimos hasta llegar de nuevo a la Puerta de Burgos, pasando antes por al Puerta de Alconchel, de la que solo se conserva uno de los torreones que la flanqueaban. 
 
Puerta de la Villa

Torreón en la Muralla
 
Para acabar nuestro día en Jerez de los Caballeros, nos dirigimos a la Alcazaba, cuya construcción se remonta a la primera mitad del siglo XIII, ya se hace mención del castillo jerezano en el año 1283, luego con la extinción de la orden, el castillo pasa a manos castellanas. Básicamente, la fortaleza de Jerez, es una construcción realizada alrededor de un gran patio central, con forma de pentágono irregular en su parte suroeste. Es una obra de mampostería con refuerzos angulares de sillería en sus torres cuadradas. El conjunto estaba defendido y flanqueado por 26 torreones; entre estos destaca la Torre del Homenaje o Torre Sangrienta, sobre esta torre existe la leyenda de que en la misma fueron degollados los últimos templarios, está construida con sillarejo y mampostería y sólo tiene sillares en los ángulos. La Torre de Armas, la de la Veleta o del Reloj, y la del Carbón completan las cinco torres de la fortaleza.
 
Interior de la Alcazaba

Torre del Homenaje o Torre Sangrienta

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Castillo de Burguillos del Cerro

Vista del Castillo

Vista del Castillo

En esta ocasión nos dirigimos a la localidad de Burguillos del Cerro, situada en la comarca Zafra - Río Bodión al sur de la provincia de Badajoz, para visitar su castillo situado en una colina que domina la localidad y que es una de las fortalezas más importantes de Extremadura. De origen musulman aunque no se conserva ninún resto de la época, cayó en manos cristianas en el siglo XIII, siendo entregado por Fernando III a la Orden del Temple en 1238. Cuando se extingue la orden, a comienzos del siglo XIV pasa a manos de don Alfonso Fernández Coronel, señor de Aguilar quién ostenta el señorío sobre Burguillos y su castillo. A finales del siglo XVI son propietarios los Zúñiga, Duques de Béjar. Lo que podemos ver hoy es del siglo XIV con algunos añadidos del siglo XV por los Zúñiga.


Como se observa en la imagen del satélite de Google Earth se pueden identificar dos partes. Una barbacana exterior que recorre el cerro a media altura, y el castillo propiamente dicho en lo alto del cerro, de forma rectangular con torres en las esquinas y sobresaliendo la Torre del Homenaje con dos cuerpos (raramente visto en Extremadura) uno superior retranqueado sobre el inferior de mayor tamaño. En el interior de la torre del homenaje destaca la estructura de la sala del cuerpo inferior, con dos cúpulas, y la disposición escalonada de la cubierta de las escaleras, que ascienden embutidas en el muro, a base de arcos o pequeños cañones de ladrillo sobre muros de piedra.

Restos de la barbacana exterior

Acceso al Castillo

Matacán sobre la puerta de acceso

En las esquinas encontramos dos torres redondas y una prismática, configurándose en el interior un patio de armas donde se emplazan las distintas habitaciones y cámaras de la fortaleza, así como el aljibe. La fortaleza está construida en fábrica de mampostería, con refuerzo en los ángulo de sillarejo. La entrada al castillo se hace por un paramento de sillería a través de una puerta gótica sobre la que se encuentra un poderoso matacán (similar al de la torre del homenaje) bastante bien conservado.

Torre del Homenaje

Patio de Armas y restos de edificaciones anexas

El castillo ha sido restaurado, algunas partes totalmente reconstruida, como uno de los lienzos laterales de la muralla en el cual se ha utilizado ladrillo como material para construiro, siendo polémica la citada reconstrucción por el contraste estético que resulta. Aún así el amante del patrimonio histórico disfrutará de la visita de este castillo, desde cuya torre se puede obtener una magnífica panorámica de los alrededores, y admirar la blancura de las casas del conjunto de Burguillos del Cerro. No puedes irte de Burguillos del Cerro sin visitar el Centro de Interpretación de la Orden del Temple o caminar hasta el Puente Medieval.

Puente Medieval

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Castillo de Miraflores

Vistas del Castillo

En Alconchel (Badajo) y emplazado en el Cerro de Miraflores, que da nombre al castillo, ha hecho de este lugar un enclave estratégico a lo largo de la historia de La Raya. Aunque hay restos de un castro en los cimientos del castillo, no es hasta tiempos de Abderraman II (siglo IX) cuando se construye una fortaleza para proteger el  territorio de las incursiones leonesas. En 1166 es Geraldo "Sem Pavor" quien asalta la fortaleza  pero a los cuatro años ya era parte del Reino de León, siendo conquistado por Fernando II. El castillo se cede a la Orden de Santiago y al poco tiempo es recuperado por Abu Yaqub Yusuf para los almohades y no es hasta 1230 cuando Fernando III "El Santo" reconquista Alconchel para cederla a la Orden del Temple.

Segundo recinto del Castillo

Puerta gótica de acceso al Castillo

El castillo nunca perderá su valor estratégico y es en la Guerra de Restauración Portuguesa cuando es de nuevo atacado por las tropas del país vecino al mando de Francisco de Melo pero fracasa en el intento, siendo Matías de Alburquerque quien lo consigue. Fue recuperado por los tercios españoles en 1661. En el siglo XVIII el castillo es adaptado para defenderse de los nuevos elementos militares. Es en la Guerra de la Independencia cuando los franceseses intentan asaltarlo, recobrando su valor estratégico.

Torre del Homenaje y acceso al Alcazar

Torre del Homenaje

El castillo se compone de tres recintos: La Torre del Homenaje y el primer cuerpo amurallado adosado (alcazar), de origen musulman, donde se aprecian elementos de fábrica almohade, siendo reforzado en la época cristiana medieval (siglo XIII). Un segundo cinturón de muralla, pasando la fortificación a ser una atalaya, en el siglo XVI.  Y un tercer recinto del castillo que data del siglo XVII, para protegerse de los ataques de la nueva artillería. Los recintos están dispuestos de forma casi concéntrica y están reforzados en los puntos en que, por la condición orográfica, resultan más vulnerables. En la parte más elevada del promontorio se alza el cuerpo principal del castillo. El acceso a su interior se hace a través de una portada gótica con torres cilíndricas en las esquinas.

Vistas del Castillo y de Alconchel

Más información en la web del
Ayuntamiento de Alconchel. AQUÍ.

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Castillo de Trevejo


Ya desde el cruce que en Villamiel te lleva a Trevejo se aprecia la impresionante figura de este castillo. Llegamos a la villa y caminamos por la calle principal, parece que hemos vuelto al siglo XV, casas de mampostería, el suelo empedrado y los gatos durmiendo plácidamente en las puertas de las casas. Llegamos a la Plaza Mayor y topamos con el busto de "Chon" (Adoración) quien fue el corazón de Trevejo, continuamos y llegamos al castillo.



El castillo de Trevejo aparece citado ya en 1184 con motivo de la donación que hace Fernando II a don Pedro Arías, prior de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalem (Hospitalarios). Desde entonces la fortaleza y sus tierras pasaron a manos de la Orden de Santiago y a la de Alcántara. A lo largo de este tiempo se hicieron numerosas reformas y añadidos hasta finales el siglo XV y principios del siglo XIV que se configura tal como ahora la vemos, aunque hoy día los desperfectos son numerosos.



En el interior se conserva un escudo heráldico con las armas del comendador don Juan Piñero. El conjunto está formado por un recinto amurallado con el que se asocia la torre que constituye el castillo propiamente dicho, más abajo existe una barrera a modo de barbacana de la cual hoy se conserva parte en la zona de la puerta de acceso al recinto. Según textos existía una tercera cerca situada más hacia el caserío de la cual no se conservan restos.


Lo más interesante es la torre del Homenaje de la cual ha desaparecido su mitad oriental, que según se dice fue volada por las tropas del ejército francés durante la Guerra de la Independencia, aún así, se puede observar su impresionante figura. Tiene planta pentagonal en sillería de granito. A la misma se accede  através de una puerta elevada que hacía necesario un puente levadizo. Su interior constaba de cuatro niveles con un sótano. Se conserva poco del edificio, algunos elementos como parte de escaleras, troneras o cañoneras así como elementos de la cocina, mezclando actividad defensiva como doméstica. Sentado en la ventana de la torre permite contemplar la placidez del paisaje, espectacular.



Desde el Castillo se puede ver el pequeño e irregular casco urbano de Trevejo. A los pies están la iglesia parroquial y su correspondiente espadaña. La espadaña data del siglo XII y posiblemente sea la construcción medieval más antigua de la alta Extremadura, está presidida por el escudo de la Orden del Pereiro. Detrás de la iglesia podemos encontrar sepulcros labrados en la roca que datan de la misma época que la espadaña (siglo XII). La iglesia de San Juan Bautista (patrón de la Orden Hospitalaria), fue restaurada en el siglo XV, con un interior muy simple con una talla de San Juan Bautista y otra en un lateral de la Virgen con el niño en brazos.




Al salir cualquier senderista debe sentarse sobre la pared de la iglesia y contemplar el Jálama a lo lejos y en primer plano la serpenteante carretera que lleva a Villamiel. Sin duda Trevejo es un maravilloso lugar para desconectar y buscar un poco de tranquilidad y paz.


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Castillo de Segura de León


Desde lejos ya se aprecia el imponente castillo de Segura de León al que nos dirigimos. Una vez en el pueblo y tras un paseo por el mismo nos dirigimos al Castillo donde tras una breve introducción por parte de Rocío, de la oficina de turismo, nos disponemos a recorrer algunas de sus estancias como una pequeña capilla o su torre del homenaje a la cual en estos días no se podía subir hasta las almenas, tan solo es visitable una habitación de la misma. Su patio de armas, que en el siglo XIV debía ser un hervidero de gente, ahora nos acoje para comenzar nuestra visita. Recorremos el camino de ronda desde donde hay unas impresionantes vistas del entorno, por lo cual se debió elegir este lugar para situar este castillo y así dominar todas las tierras circundantes.



El Castillo se construye a finales del siglo XIII e inicios del XIV, sirviendo de sede a una encomienda de la Orden de Santiago. Se trata de un castillo de planta irregular adaptandose a la orografía del cerro donde se sitúa, en algunos lienzos se refuerza con cubos semicilíndricos y torres prismáticas y redondas. A finales del siglo XV se acomenten obras de reforma por el entonces Comendador Mayor don Alonso de Cárdenas quien construyo la torre redonda así como el baluarte de la entrada principal.



La puerta principal se protege en lo alto con un matacán y a ambos lados la Torre de los Alcaides y la Torre de Miramontes cilíndrica. La Torre del Homenaje destaca al noroeste. En el interior del recinto se construyen numerosos edificios para atender las necesidades del castillo, alguno de ellos ya desaparecidos, en uno de sus laterales aún permanecen las ventanas de un piso superior de un edificio. Aún se mantiene al oeste del recinto a la entrada del mismo algunos edificios, entre ellos el llamado Cuarto de Garcilaso, construido durante los inicios del siglo XVI, en tiempos del Comendador García Laso de la Vega, padre del poeta Garcilaso de la Vega. También permanece una galería porticada y la capilla que pudimos visitar con una bóveda de crucería estrellada.

También pueden verse en la actualidad unas medias tinajas empotradas en «cal y canto» (mezcla de piedras y argamasa), procedentes del convento franciscano cercano, traídas por las tropas francesas en el año 1811 y situadas frente a la puerta falsa del castillo.



Una vez abandonamos el castillo, no sin antes dar una vuelta por el exterior de la muralla entre las casas del pueblo, nos dirigimos a ​varios puntos de interés de la localidad, al monumento al Sagrado Corazón de Jesús para observar las bonitas vistas del pueblo, del entorno y del castillo desde ese lugar.


Un breve paseo nos conduce al Convento de San Benito construido por los Franciscanos en 1480 tras la concesión del Maestre de Santiago don Alonso de Cárdenas. Solo pudimos visitar la iglesia donde se encuentra la imagen del Cristo de la Reja de comienzos del S. XVI. Después de haber estado situada bajo el coro o en la capilla de los Ramírez se instaló definitivamente sobre la reja en 1667.


Por último antes de abandonar la localidad una parada en la Ermita de la Virgen de los Remedios, construida en 1833 y a la cual se accede por un soportal de tres arcos de medio punto al frente y otro lateral. En el interior destacar el altar mayor, que está presidido por un gran retablo de estilo barroco bajoextremeño, de autor desconocido, tallado, dorado y pintado en la segunda mitad del s. XVIII.


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