Castelo de Barbacena

Todo un descubrimiento a poco más de quince kilómetros de Badajoz, una pequeña población de la raya perteneciente al concelho de Elvas, con una fortificación defensiva de la frontera y unas chimeneas típicas portuguesas que hacen de esta localidad una de las más bonitas de la raya y muy recomendable visitar.


 
El Castillo y la Fortificación

Es un ejemplo de arquitectura militar, medieval y abaluartada, encuadrada en la población sobre un otero, rodeado de viviendas.

El Castillo es de planta rectangular con dos torreones cilíndricos hacia el oeste, las almenas fueron transformadas en parapetos de las murallas. Se pueden observar las garitas de sección rectangular con algún deterioro por el paso del tiempo. En el interior se sitúa la cisterna y edificaciones en todo el perímetro, al oeste la Casa del Gobernador, de dos pisos. Rodeando al castillo la fortificación abaluartada de planta estrellada, con dos medios baluartes y su cortina al norte, y el revellín previo a la entrada en el oeste, que se alarga y encuentra con los semibaluartes prolongados de esa cara occidental.


Barbacena fue conquistada por el rey Sancho II en la primera mitad del siglo XIII. En 1273 D. Estevao Anes otorgó carta foral al Barbacena. En el siglo XIV bajo el reinado de João I de Portugal (1385-1433) Barbacena era propriedad de João Fernandes Pacheco. En 1388 era señor de Barbacena Martím Alfonso de Melo, alcalde de Évora. En 1519, D. Manuel le daría un nuevo fuero y ordenó la reconstrucción de su primitivo castillo medieval. 

En 1536, pasa a D. Jorge Henriques, hombre de confianza del rey D. Juan III, quien continúa con la restauración. Ya en 1575 la fortificación es comprada por Diogo de Castro en Río, Caballero de la Orden de Cristo y noble de la Casa Real, primero en utilizar el título de Señor de Barbacena, es entonces cuando este castillo queda completamente conformado.


En el siglo XVII, en el comienzo de la Guerra de la Restauração (1640-1668), la fortaleza fue sometida a trabajos de modernización para adaptarse a los ataques de la artillería. En 1645 tropas españolas asaltan el castillo y en 1658 la guarnición fue forzada a rendirse a las tropas de  Gaspar Téllez-Girón y Sandoval, 5º duque de Osuna. Esto hace necesaria una modificación de las defensas con nuevas obras de remodelación y fortificación, con diseño del ingeniero militar francés Nicolau de Langres, que vemos en la siguiente imagen .

 (del blog de Moises Cayetano Rosado)


Durante varios siglos el castillo y la fortificación fueron pasando de manos portuguesas a españolas sucesivamente. En la Guerra da Sucessão de Espanha (1701-1713), en 1708 la fortificación fue forzada a rendirse ante las tropas españolas bajo el mando del general Alejandro Maître de Bay y Pourtier, primer marqués de Bay, gobernador de la plaza fuerte de la capital Badajoz. De regreso al dominio portugués, en 1712 resistió con éxito a un nuevo ataque de las tropas del mismo oficial español. En la Guerra das Laranjas (1801), tropas españolas sembraron el terror, una vez más, entre la población de Barbácena. Ya en el siglo XX (1967) fue declarado Bien de Interés Público.

Tanto la construcción interior del siglo XVI como los añadidos abaluartados del siglo XVII, reforzados en el siglo XVIII, se mantienen actualmente en buen estado. El interior no se puede visitar al ser una propiedad privada, pero exteriormente sigue siendo un monumento espectacular, que podemos recorrer en sus caras norte y oeste (el sur y este quedan cercadas en la propiedad particular). Y espero que algún día se rehabilite su interior y pueda ser visitado.


Chimeneas:

Pero no acaba aquí la visita a esta bonita localidad, dimos un paseo por sus calles para admirar sus típicas chimeneas portuguesas, con su espectacular altura y variados diseños. El origen de estas chimeneas es de influencia morisca (algunas recuerdan a minaretes y pequeñas mezquitas) sin embargo empezaron ha instalarse después de la expulsión de los árabes. Normalmente las chimeneas son cilíndricas, cuadradas o rectangulares y en algunas de ellas se indica el año de construcción de la casa. 



Más fotografías de Barbacena

Fortificación en Castelo de Vide


Nos encontramos en el Parque Natural da Serra de Sao Mamede, donde encontrar un Alentejo diferente, frondoso, donde descubrir fauna y flora inesperados, así como restos de presencia humana de diferente épocas. Entre robles, alcornoques, encinas o castaños aparece la bonita población de Castelo de Vide.

Los restos arqueológicos encontrados en el lugar, el Menhir da Meada, las necrópolis megalíticas de Coureleiros y varios dólmenes dan buena cuenta de la ocupación temprana de estas sierras sobre las que se levanta el castillo que da nombre a la villa.  La judería con su sinagoga y fuente de la villa, la fortaleza de San Roque (s.XVIII), sus numerosas iglesias y capillas, así como al Centro de Interpretación del Megalitismo, donde muy amablemente nos explicarán el porqué de las construcciones con grandes piedras que realizaban nuestros antepasados. Las calles que llevan hasta el castillo cuentan con portales de estilo gótico y manuelino. El burgo interior del castillo, por donde perderse entre sus estrechas callejuelas. Todo el conjunto hace de Castelo de Vide una de las localidades más bonitas del Alentejo.


En cuanto a su Fortificación, es fruto de la posición estratégica junto a la frontera en un relieve accidentado frente a un paisaje adehesado. El Castillo fue finalizado por Alfonso IV en 1327 y posteriormente reconstruido por D. Dinis. Más tarde, conforme crecía la ciudadela se añadieron nuevos lienzos de muralla con numerosos torreones, de los cuales sobresale la Torre del Homenaje, en el extremo sur de la fortaleza. 



En el siglo XVII con un nuevo período bélico con España, pasando la plaza de manos lusas a españolas varias veces, se reforzaron las defensas, se levantó una nueva línea de fortificación abaluartada con sus fosos, baluartes y revellines, que rodeó la población, fundiéndose con las construcciones medievales originales. Fuera de la ciudad se levantó el Fuerte de San Roque en el siglo XVIII para completar el recinto fortificado.


A partir de 1704, una nueva guerra con España hace que sus fortificaciones queden arruinadas, para ser reconstruidas unos años después, en especial las líneas abaluartadas. Posteriormente, las guerras de Independencia Peninsulares, libradas por Portugal, España y Gran Bretaña contra los invasores franceses, y la contienda civil portuguesa, ocasionaron el declive de la población, su vida económica y comercial, la ciudad es abandonada por parte de la guarnición que la defendía, dejando fuera de servicio las fortificaciones que sufrieron un continuo deterioro



Hoy día este patrimonio se ha puesto en valor estando debidamente cuidado y promocionado, una auténtico placer poder caminar por estos lugares con una historia tan importante, y mi admiración por la administración portuguesa, por saber poner en valor y ser consciente de la enorme importancia que tiene el cuidar la historia y darla a conocer. 


Proyecto para la Fortificación de Castelo de Vide - 1652 - Livro de Nicolau de Langres

 Planta de la Plaza de Castelo de Vide y sus contornos - 1705 - Miguel Luiz Jacob

Castillo de Villanueva del Fresno


El Castillo de Villanueva del Fresno es otro de los símbolos importantes de las luchas en la frontera hispano-lusa, aunque poco conocido. Es una fortificación medieval que data del siglo XIV y de la que poco se conserva, restos de sus lienzos, algunos bloques del tapial, un aljibe cerrado y el polvorín. Actualmente se encuentra en proceso de restauración, y el perímetro esta vallado.


Según varios escritos podemos hacernos una idea de como era este castillo fortaleza:

"del castillo partía una muralla que rodeaba toda la villa, además de esta muralla existía otra de fuertes y altos muros, con torreones que protegían la fortaleza, en el núcleo de la fortificación se elevaban tres torres, la más alta de ella era conocída como "Torre del Castillo", de planta cuadrangular, de grandes dimensiones y recios muros. La muralla exterior era rodeada por una barbacana de foso muy ancho".

En la historia del castillo existen dos hitos importantes, en primer lugar en el año 1385 en la Batalla de Aljubarrota, el Condestable D. Nuno Álvarez Pereira entró en la ciudad para liberar a una serie de prisioneros que previamente los soldados Gascones de la Guarnición de la villa había apresado en Portugal, es en este momento donde la fortaleza empieza a tomar importancia. 


El 8 de octubre de 1643 el Gobernador de Armas Matías de Alburquerque encabezando un ejército portugués compuesto por al menos 12.000 infantes y 2.000 jinetes, alcanzan la Fortaleza de Villanueva del Fresno. Tras 10 días de asedio y una cruenta batalla, la guarnición de la villa, que contaba con 700 infantes y 70 soldados a caballo se rinde. El Gobernador de la Villa, D. Francisco de Geldres hace entrega de la plaza el día 18 de octubre. Y tres años después tanto la fortaleza como la villa fueron minadas y voladas.



Fortificación Abaluartada de Olivenza



Foto de Jacinto Cesar

Tras la conquista de Badajoz (1230), Alfonso IX de León, agradeció la ayuda prestada a los Caballeros Templarios y les otorgó las tierras de la comarca de Alconchel donde Olivenza era aún una pequeña aldea. En 1256 se crea la Encomienda de Olivenza. La Reconquista dio lugar a numerosos enfrentamientos entre los reinos de Castilla y Portugal, por lo que el mapa político fronterizo sufrió numerosos cambios, Olivenza y su zona fueron pasando del reino de Castilla al de Portugal en sucesivas ocasiones. En 1927 Dinis de Portugal forzó el Tratado de Alcañices por el que Portugal recupera la comarca de Olivenza entre otros territorios, de esta época Olivenza conserva numerosos edificios de estilo manuelino.

Con la Guerra de Restauración de Portugal es conquistada en 1657 por el duque de San Germán, siendo devuelta a Portugal en 1668, para posteriormente en 1801 ser recuperada por España en el transcurso de la Guerra de las Naranjas. Durante la Guerra de la Independencia tropas portuguesas tomaron a los franceses la ciudad que posteriormente abandonaron y entregaron a España.

La Fortificación Abaluartada de Olivenza fue un importante bastión defensivo en la frontera hispano portuguesa, es el cuarto cinturón defensivo de la ciudad, fue construida en el siglo XVII sufriendo varios asedios durante la Guerra de Restauración. Fue construida por el ingeniero holandés Cosmander y Gilot, un ingeniero francés. La paz que prosiguió a las guerras peninsulares hizo que la fortificación fuera progresivamente abandonada. Aún se conservan parte de los nueve baluartes originales, alguno de ellos hoy día destinado a usos como plaza de toros o auditorio. Poseía tres puerta de la que solo se conserva la del Calvario.  


Baluarte de San Juan de Dios:
Su denominación es debida a que en su interior alberga el Convento de la Concepción construido en su terraplén, convento de monjas clarisas y más tarde se reconvirtíó en Convento Hospital de la Orden de San Juan de Dios ya en tiempos de guerra. En cuanto al baluarte conserva bastante bien varias garitas parcialmente restauradas, en los tres ángulos flanqueados, el de la cara y los dos de las espaldas.

Puerta del Calvario: 
La Muralla Abaluartada tenía tres puertas de las cuales solamente queda esta denominada del Calvario y orientada hacia Portugal. Fabricada con sillares de mármol, se abre con un arco de medio punto, aún se pueden observar las aberturas del puente levadizo que poseía. En el interior, a media altura y ambos lados, se abren ventanas correspondientes al cuerpo de guardia, cerca de la puerta, intramuros, se conservá aún un polvorín.


Baluarte de la Reina Gobernadora: 
Se encuentra a la derecha del Baluarte de San Pedro y recibe su nombre de la Reina Doña María I. Se conservan perfectamente sus flancos son sus garitas y el terraplén que apenas han sido intervenidos. En la cortina que lo une al de San Juan de Dios se encuentra la Puerta del Calvario.


Baluarte de San Pedro:
Este baluarte está prácticamente ocupado por calles y plazas de Olivenza integrado en el diseño urbano de la ciudad

Baluarte de La Cortadura:
El nombre proviene de estructuras internas del baluarte para repeler el ataque del enemigo. Su terraplén fue vaciado y en el se construyó la Plaza de Toros entre 1857 cuando la Reina Isabel concede la autorización y 1868 fecha del primer cartel. El baluarte conserva sus dos caras, espaldas y flanco derecho, sin embargo estos no pueden verse desde el exterior debido a la urbanización de los fosos. 


Baluarte de San Francisco:
Albergó en su interior el convento de San Francisco, apenas se puede ver su frente y una garita que asoma entre las calles.

Baluarte de San Blas:
Este baluarte recibe el nombre del barrio que defiende, denominado en un documento de 1635 como Sao Brás. Fue construido en principio (y como el resto de baluartes) de tierra y fajina por ser más económico, hoy aparece revestido de cal y piedra.



Baluarte del Príncipe:
Se conserva restaurado su frente y dos garitas, actualmente en su terraplén existe un auditorio y una estación de autobuses en su frente. Faltan los lienzos que lo unían con los baluartes vecinos.


Baluarte de Santa Quiteria:
Debe si nombre a la antigua Ermita de Santa Quiteria situada en la gola del baluarte. Está bastante deteriorado, hace poco se recuperó la espalda derecha y el ángulo de frente, se reconstruyeron garitas y se reforzó la escarpa con sillares. 


Baluarte de La Cuerna:
Debe su nombre a encontrarse en su foso una de las fuentes más importantes de Olivenza, La Cuerna. No ha perdido su traza original, aunque su terraplén si se ha modificado dedicado a uso ganadero y corrales del cordón de casas construidas en su gola, faltan las cortinas que lo unían a los baluartes vecinos, si se conservan un par de garitas algo deterioradas.




 
Fotografías de Olivenza en